Esa carne desconocida para muchos, baja en grasas, sabrosa, tierna y muy suave al paladar. O la amas o la odias, pero pruébala.
Ingredientes para 4 personas:
- Un conejo troceado.
- 2 rebanadas de pan.
- Un vaso de vino blanco.
- 5 ajos.
- Una ñora.
- Una ramita de romero.
- 2 hojas de laurel.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Pimienta en grano.
- Sal.
Preparación:
Poner una cazuela con aceite en el fondo y calentar.
Agregar los ajos enteros pero pelados.
Cuando estén dorados los retiramos.
Poner las rebanadas de pan a freír un poco sin llegar a quemarlas, un dorado suave por cara y cara.
Retirar y reservar con los ajos.
Seguramente el pan habrá empapado aceite y tengamos que echar un chorreón más en la cazuela.
Enjuagar la carne, escurrir y sazonar.
Comenzar a dorar la carne, agregar la ramita de romero, el laurel, la pimienta y la ñora troceada y sin pepitas.
Pasados unos minutos, sacar los higadillos, y junto con el pan, los ajos y dos vasos de agua, triturar con una batidora en recipiente alto tipo vaso.
Echar el vino sobre la carne, remover y dejar que evapore el alcohol.
Agregar el resultado de lo que hemos triturado, remover y dejar que cocine al menos 35 minutos a fuego medio. Remover de vez en cuando y comprobar que la salsa vaya reduciendo.
Comprobar como está la carne y dejar cocinando unos minutos más si es preciso.
Apartar y tapar.
Durante la preparación de la receta, podemos aprovechar y poner unas patatas al horno para la guarnición.
Poner en la bandeja seis patatas medianas, lavadas, peladas y cortadas en trozos gorditos.
Aderezadas con un chorreoncito de aceite, sal y una chispita de orégano.
Horno a 180 grados, una media hora.
Que lo disfrutéis, y espero vuestras opiniones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario