jueves, 19 de diciembre de 2013

HUEVOS CON CHORIZO Y PATATAS FRITAS.

A veces nos olvidamos de que lo sencillo, también llena la tripa y muy ricamente.

Ingredientes para 4 personas:

     - 4 chorizos frescos.
     - 8 huevos frescos.
     - 4 patatas grandes.
     - 4 pimientos verdes.
     - 6 ajos.
     - Aceite de oliva virgen extra. 

     - Sal.


Preparación:

Poner una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva virgen extra.

Pinchar chorizos con un tenedor y echarlos a freír a fuego suave para que vayan

soltando la grasa.

Pelar las patatas, lavar y cortar en bastones.
Lavar, secar, limpiar los pimientos de semillas y trocear.


Poner una sartén al fuego con la mitad aceite de oliva virgen extra.

Echar las patatas a freír cuando el aceite esté caliente.
A los diez minutos echar los pimientos troceados y dejar freír a fuego medio.
Sacar y poner sobre papel absorbente.
Sazonar.

Poner una sartén al fuego con la mitad de aceite de oliva virgen extra.

Pelar los ajos y cortar en láminas.
Echar los ajos y retirarlos cuando comiencen a dorarse.

Ir echando los huevos de dos en dos, sazonar y freír al gusto.

Montaremos los platos con un par de huevos fritos y algunos ajos por encima, un
chorizo frito y una ración de patatas con pimientos.

Un poco de pan pa mojá y un vinito pa acompañá.



1 comentario:

  1. Todas las disciplinas artísticas tienen una variante erótica que va de lo sutil y la insinuación a lo provocativo y explicito. En la primera todo son juegos, pinceladas finas, aromas exóticos y sabores sutiles que recuerdan el mar, las frutas y se deshacen en otros mas complejos. Todo muy posh. En la segunda las cosas ni recuerdan ni sugieren ni se parecen, son así porque la naturaleza los hizo así: rotundos, contundentes y definitivos. En la boca te recuerdan que eres un animal y que te lo estás comiendo sin piedad, por hambre, placer o vicio. Te inundan y captan todo el plano y no puedes parar hasta que llega la señal de saciedad. Que llega demasiado tarde, cuando ya has abusado, seguida de un sonido gutural ni vocálico ni consonántico que surge del fondo de las entrañas.
    ¡Joder, que a gusto se queda uno!

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