- Un Kg de espinacas frescas, también podemos tirar de congeladas.
- 5 huevos, 6 si son pequeños.
- 2 ajos.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Preparación:
Limpiar las espinacas de tallos, raíces y hojas estropeadas.
Picar, lavar y poner a escurrir.
Poner una olla al fuego con unos cuatro dedos de agua y un poco de sal.
Cuando el agua esté hirviendo echaremos las espinacas picadas, enseguida perderán volumen, ya que una gran parte se su composición es agua.
Dejar cocer unos quince minutos.
Escurrir y reservar.
Poner una sartén al fuego con un chorreoncito de aceite de oliva virgen extra.
Añadir los dos ajos pelados y picados en láminas, a continuación agregar las espinacas escurridas y rehogar unos minutos hasta que se evapore el agua.
Batir los huevos y sazonar.
Agregar los huevos batidos a la sartén y mezclar bien para que llegue por todos sitios.
Dejar que cuaje la cara en contacto con la sartén y le daremos la vuelta a la tortilla para que cuaje por el otro lado.
Apartar sobre papel absorbente, cambiar a un plato limpio y servir acompañada de un poco de mayonesa.
Esta también admite variaciones muy suculentas que los púberes aceptarán con mejor ánimo (hay que admitir que para gustos poco entrenados, la tortilla de espinacas, junto con la coliflor al horno, es una de las recetas que mas gatos ha escaldado). A mis niños les gustaba mas con beicon, atún y queso rallado. Pero sólo con queso de cabra o queso azul también está muy bueno, y con gambas, y con champiñones, y con taquitos de jamón cocido, y con unas gotas de tomate frito... juntos, revueltos, por parejas o con lo que ande por ahí.
ResponderEliminar¿No estaré confundiéndome con la de la pizza?